Sant Antoni de Calonge, 14 de diciembre de 2024
En un acto que parecía sacado de una película de suspense, la clínica veterinaria y espacio multifuncional KMAKUS, conocida por su combinación única de clínica, tienda, cafetería y catcafé, fue blanco de un robo con violencia durante la madrugada del 14 de diciembre. Cuatro individuos, ahora bajo custodia policial, irrumpieron en el local con claras intenciones de causar estragos, pero su plan cuidadosamente orquestado se vio frustrado gracias al sistema de seguridad del establecimiento.

La planificación: un robo predeterminado

Fuentes cercanas a la investigación aseguran que el robo no fue un acto impulsivo, sino un golpe planeado. La banda llegó equipada con herramientas para forzar cerraduras y material para cargar objetos de valor. Según las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, los asaltantes llegaron al lugar en una furgoneta blanca, estacionándola a pocos metros de la entrada principal del establecimiento.

La Policía Local ha confirmado que los individuos estuvieron rondando la zona días antes, estudiando los movimientos del personal y el funcionamiento del negocio. Se sospecha que eligieron la madrugada del viernes por ser un momento de baja afluencia en las calles de Sant Antoni de Calonge.

El caos en el interior

Una vez dentro del local, los asaltantes comenzaron a destrozar todo a su paso. Varios sacos de pienso de perros y gatos, parte del inventario de la tienda de KMAKUS, fueron rajados y esparcidos por el suelo. El material quedó inutilizable, causando una pérdida económica considerable.

Por si fuera poco, los ladrones dirigieron su atención a la cafetería del establecimiento, donde sustrajeron varias botellas de alcohol. Según declaraciones del propietario, se trata de botellas de vinos y licores de alta gama, especialmente seleccionados para su clientela. “No entiendo qué pensaban hacer con eso. Es surrealista. Rompen pienso y se llevan botellas de alcohol. Parece más un acto de vandalismo que un robo organizado”, comentó indignado.

Un intento fallido de sigilo

La alarma del local, programada para activarse al más mínimo movimiento sospechoso, no dio tregua a los asaltantes. En cuestión de segundos, el sistema alertó a los propietarios y a la Policía Local, mientras las cámaras de vigilancia captaban con claridad los rostros de los cuatro individuos.

A pesar de intentar desactivar las cámaras arrancando parte del sistema eléctrico, los asaltantes no contaban con un sistema de respaldo que siguió grabando incluso en condiciones de desconexión parcial. “Hemos invertido en seguridad, pero nunca pensamos que tendríamos que usarla en una situación como esta”, afirmó un miembro del equipo de KMAKUS.

La detención: una operación rápida y precisa

La policía actuó con celeridad. Con las imágenes en mano, las autoridades lograron identificar a los sospechosos gracias a antecedentes previos y testimonios de vecinos que reconocieron la furgoneta utilizada en el robo. La operación de arresto tuvo lugar a primera hora de la mañana en un domicilio de Palamós, donde los cuatro individuos fueron detenidos sin oponer resistencia.

En el lugar del arresto se encontraron algunas de las botellas de alcohol sustraídas, así como herramientas que coinciden con las usadas para forzar la entrada de KMAKUS. La Policía ha informado que el grupo cuenta con un historial delictivo relacionado con robos a establecimientos de la región, lo que podría agravar su situación legal.

Preguntas sin respuesta

Aunque la banda ha sido detenida, quedan interrogantes en el aire:

  • ¿Por qué destrozaron sacos de pienso si su objetivo principal parecía ser el robo de objetos de valor?
  • ¿Qué planeaban hacer con las botellas de alcohol?
  • ¿Había un objetivo más grande detrás de este acto vandálico, o simplemente se trataba de un golpe fallido?
  • ¿Estaban bajo los efectos de sustancias que los llevaron a actuar de forma tan caótica?

El impacto en KMAKUS y en la comunidad

El robo, aunque frustrado, ha dejado huella en el equipo de KMAKUS y en la comunidad local. “No es solo el daño material. Es el hecho de sentirte vulnerable, que entren a tu espacio y lo conviertan en un caos”, expresó uno de los empleados de la clínica.

Los vecinos de Sant Antoni de Calonge han mostrado su solidaridad con el negocio, conocido por su labor no solo como clínica veterinaria, sino también como un punto de encuentro para amantes de los animales. “Es un lugar único, y no merece esto. Todos estamos indignados”, comentó una vecina.

A la espera de justicia

Los cuatro detenidos están a la espera de ser presentados ante un juez, quien determinará las medidas cautelares mientras se instruye el caso. Se enfrentan a cargos de robo con fuerza, vandalismo y posibles agravantes relacionados con daños económicos y emocionales al negocio afectado.

Fotografía en la Sala de Fichajes de la policía, de los presuntos asaltantes detenidos:

De Izq. a Derechas: Trinity: Conocida por dar saltos sobre mobiliario. Dylan: Escurridizo pero amigo de sus amigos. Candy: Se cree que es la cabecilla de la banda, no se deja ver ni tocar por nadie. Antón: Según testigos, el principal cometedor de los actos.

Video "in fraganti" de un acto de violencia sin control:

Fotografías captadas por la cámara de Seguridad:

Mientras tanto, KMAKUS continúa con sus operaciones habituales, demostrando que ni siquiera un acto de violencia puede frenar su dedicación a los animales y a la comunidad.

Si quieres ayudarnos a reparar los daños, estamos en Avda. Catalunya, 66 de Sant Antoni de Calonge, Gracias por tu ayuda!!!

Kmakus.com

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